5 tendencias de la sanidad en 2022

La ingeniería hospitalaria, seguridad eléctrica, la consumerización de la sanidad, la movilidad y la telemedicina, son algunos de los retos que marcarán el devenir de la salud global este año.

 

 

Como cada inicio de año, siempre es interesante hacer un análisis de las tendencias que nos encontraremos en el ámbito sanitario. Con la vista puesta en este 2022, en ETKHO hemos detectado algunos de los principales ítems o elementos que serán determinantes en los centros hospitalarios. De entrada, no podemos dejar de lado la pandemia, que si bien ya no causa los mismos estragos que en 2020 e inicios de 2021, sí hay que tener en cuenta que se va a dar la transición de pandemia a endemia. 

Habrá nuevos tratamiento y vacunas en el mercado y en el sector para hacer frente a la Covid-19. Al respecto, el refuerzo de la atención primaria es un sí o sí que, sin embargo, produce más incertidumbre que otra cosa. Este virus ya sabemos que se ha hecho persistente en miles de personas, cosa muy a tener en cuenta. Los fondos europeos para sanidad, el impacto de la salud mental… Los temas serán muchos y variados. 

Sin embargo, sí podemos hablar de las 5 principales tendencias que marcarán la senda de la salud en 2022. Son las siguientes: 

 

 

1. El papel del ingeniero hospitalario

 

En 2022, quizá más que nunca, se hará imprescindible la figura del ingeniero hospitalario. Esa mezcla idónea de medicina e ingeniería va a ser una pieza clave de la necesaria modernización del sector. 

La pandemia del coronavirus ha promovido un cambio de mentalidad tanto en el diseño como a las infraestructuras de los centros sanitarios. Los hospitales tecnificados son el futuro y deben ser ya el presente. Y para ello, es imprescindible la figura del ingeniero hospitalario, el perfil que hace posible que los centros sanitarios sean cada vez más sostenibles, se adapten con todas las garantías a las nuevas realidades sociosanitarias, faciliten el crear los hospitales del hoy para no quedar desfasados en el futuro…

Se trata de una de las profesiones que más están evolucionando y que más van a evolucionar. Son estos ingenieros los que allanan el camino, por ejemplo, para la paulatina introducción del Big Data y la Inteligencia Artificial en los hospitales, o la apuesta controlada y pensada por la robótica.

 

«El ingeniero hospitalario ha adoptado un rol multidisciplinar y proactivo, colaborando y decidiendo sobre los nuevos equipamientos hospitalarios y tecnologías avanzados a implementar en los centros.»

 

 

 

2. A la vanguardia de la salud integral

Según el estudio ‘Cigna 360 Well-being Survey’, esferas como la salud financiera, familiar o el acceso a la atención médica también influyen directamente en el bienestar. Empezando por la personalización de la sanidad, que revolucionará las soluciones de asistencia sanitaria. Uno de los grandes retos para 2022 será dar una respuesta individualizada, una demanda de cada vez más personas. Por otro lado, el uso de la Inteligencia Artificial seguirá generando un cambio en la monitorización del estado de salud de las personas y en la vigilancia de tratamientos activos.

«La población pasará a ser sujeto activo de su propio bienestar. Así, mediante el registro de datos biométricos, se podrán detectar patrones anormales en fases incipientes de una patología y evitar llegar a situaciones extremas.»

 

En el caso de las enfermedades crónicas, las personas dispondrán de las herramientas necesarias para gestionar de manera activa su salud, aumentar su implicación en la adopción de hábitos saludables y hacer un seguimiento más exhaustivo del tratamiento en cualquier momento.

El estrés de la pandemia también ha de tratarse. Además, hay un caldo de cultivo general para tratar mucho mejor el cuidado de la salud mental, que será un área preminente. 

 

 

3. La movilidad clínica y la tecnología móvil

A raíz de un estudio de Zebra sobre hospitales, publicado recientemente, se ha constatado que tanto la movilidad clínica como el uso de dispositivos móviles son tendencias al alza en el sistema sanitario, y lo serán más aún en 2022. 

La movilidad clínica transforma la asistencia en las instalaciones sanitarias de todo el mundo y está afectando profundamente a enfermeros, doctores, ejecutivos de TI y pacientes. Hay elementos que son insalvables en la asistencia sanitaria, como una población más envejecida, o tristemente los recortes en inversión y personal. Sin embargo, esto está obligando a apostar por el “caballo ganador” de la demanda de servicios y asistencia hospitalaria digitalizada. 

 

«Lo cierto es que los hospitales cada vez recurren más a la tecnología y la automatización para reducir la tensión en sus centros.»

 

Con la movilidad clínica, tal y como afirma el estudio, los hospitales de todo el mundo están eliminando los procedimientos manuales propensos a errores, sustituyéndolos por soluciones digitales que aumentan la precisión de la identificación de pacientes, simplificando procesos, mejorando la calidad de la atención al paciente y reforzando la visibilidad general.

 

 

La realidad es que los hospitales ya están mejorando su productividad al equipar a su personal principal con dispositivos móviles. Para 2022, se prevé que el 97% de los enfermeros usen dispositivos móviles junto a la cama. Para este año, también se espera que el uso de dispositivos móviles por parte de todos los trabajadores de hospitales aumente hasta un 40%. Aplicaciones punteras, control remoto de pacientes e inteligencia artificial, la clave para mejorar la rutina de médicos, trabajadores sanitarios y pacientes. Un ejemplo claro de un beneficio directo está en los enfermeros, que caminan de media de 4,5 a 8 km por turno de 12 horas. Con los dispositivos móviles, éstos mejoran totalmente la eficacia y la logística en sus tareas. 

O sin ir más lejos, se mejora con esta apuesta los procesos de curación y la comunicación entre los profesionales sanitarios y los pacientes, ahorrando en readmisiones hospitalarias.

Todo ello, siempre con la base del diagnóstico basado en datos y la concienciación de que las nuevas generaciones ven y gestionan su asistencia sanitaria de otra forma.

 

 

4. La consumerización de la sanidad

El COVID y los avances tecnológicos del sector han creado un sistema en el que la “salud digital” y la sanidad presencial coexisten para garantizar una mejor eficiencia.

Si bien esta tendencia ha alcanzado nuevos niveles en 2020 y 2021, lo cierto es que la adaptación de la tecnología a la sanidad, y viceversa, es uno de los mayores impulsos de la digitalización de los servicios hospitalarios. ¿Cómo se traduce esto? Los pacientes sacan cada vez mayor rendimiento y beneficio de servicios como la telesalud, que ayuda a limitar la cantidad de visitas al hospital. Por otro lado, esta propia tecnología libera de trabajo y de cargas extra al personal del hospital, haciendo mucho más eficiente su trabajo. 

De hecho, lejos de lo que se pudiera pensar años atrás, que un médico tenga habilidad con las nuevas tecnologías y las use en su relación con los pacientes es algo que da confianza cada vez a más gente.

 

«Según el estudio reciente de Zebra, 3 de cada 4 pacientes en 2021 vio a su enfermero o personal hospitalario usar un dispositivo móvil y lo consideró positivo.»

 

La consumerización continua de la salud se debe en gran parte gracias al mayor acceso a los consumidores que las plataformas digitales facilitan con los servicios de atención médica. 

Por lo tanto, se hace evidente que el enfoque a corto y medio plazo seguirá favoreciendo el uso de la telemedicina. Esto derivará en una mayor implantación de la Consulta virtual, una necesidad de garantizar la protección de datos privados del paciente, el crecimiento imparable de la inteligencia artificial, los macrodatos y la automatización aplicados al campo sanitario, la interoperabilidad, o la medicina preventiva gracias al Machine Learning.

 

 

5. La seguridad eléctrica como asignatura pendiente

Una de las prioridades absolutas en los hospitales de cara a este incipiente 2022 es la mejora de la seguridad eléctrica, es decir, el evitar problemas con la corriente eléctrica o lidiar de la mejor manera con ellos. Porque de esta faceta depende buena parte del funcionamiento del centro sanitario y la salud de los pacientes. Hablamos del conjunto de acciones preventivas que realizamos para minimizar o eliminar los riesgos de accidentes para los pacientes, los operadores y los equipos médicos.

 

 

Invertir en sistemas de conmutación automática, repetidores de alarma o Transformadores de aislamiento de uso médico, son algunas de las apuestas sobre seguro que pueden hacer los centros sanitarios. 

Y, aún más importante en el contexto en que nos encontramos, ahorrar en gastos.

 

«A nivel privado las salas de operaciones representan el 67% de los ingresos de un hospital y el 40% de sus gastos.»

 

Además, el precio de la luz está disparando un 25% los costes energéticos de los hospitales. Según Redacción Médica y Sedisa, los centros hospitalarios están atravesando momentos muy duros y de incertidumbre: 100.000 euros es la factura mensual por consumo eléctrico de un hospital medio. 

 

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