En el entorno hospitalario, donde cada segundo cuenta, la fiabilidad eléctrica va más allá de un simple requisito técnico; se convierte en un componente vital para la atención del paciente. Equipos médicos de alta precisión dependen de una fuente de alimentación segura y constante, especialmente durante procedimientos críticos. Sin embargo, la obsolescencia de los sistemas diseñados para garantizar esta continuidad podría ser un riesgo inminente.
Los sistemas de monitoreo de aislamiento son fundamentales para la seguridad eléctrica de las instalaciones hospitalarias. Estos dispositivos, están diseñados para detectar fallos eléctricos a tiempo y mantener la continuidad operativa, incluso en caso de fallos de aislamiento. Sin embargo, con el paso de los años, estos sistemas pueden volverse ineficientes. Las falsas alarmas, errores de lectura o respuestas lentas pueden poner en riesgo no solo la seguridad eléctrica, sino también la capacidad del personal médico para responder de manera efectiva.