En los entornos de atención médica, la fiabilidad energética no es opcional. Un solo segundo sin electricidad puede marcar la diferencia entre una operación exitosa y una tragedia evitable. Por ello, contar con un sistema UPS (Uninterruptible Power Supply) confiable es crucial para hospitales, clínicas, laboratorios y cualquier centro de salud moderno.
Un Sistema de Alimentación Ininterrumpida (UPS) es un dispositivo que proporciona energía de respaldo inmediata a equipos eléctricos ante una interrupción o fluctuación del suministro eléctrico. En el sector médico, el UPS actúa como un salvavidas tecnológico, protegiendo tanto los dispositivos como los datos críticos.
El UPS se activa en milisegundos tras detectar una pérdida de energía. Mientras los generadores de emergencia tardan entre 5 y 30 segundos en arrancar, el UPS garantiza energía continua durante ese periodo crítico, evitando apagones repentinos y posibles fallos catastróficos.