La seguridad eléctrica del paciente: una guía básica

La seguridad eléctrica del paciente en centros sanitarios es un tema de prioridad absoluta, tanto para evitar problemas con la corriente eléctrica que puedan perjudicar la salud de los pacientes como el propio funcionamiento del centro sanitario y el personal médico.

 

En este artículo vamos a conocer algunos de los elementos cruciales a la hora de asegurar la seguridad eléctrica del paciente, como son las normas, el tipo de sistema eléctrico y sus elementos o qué hacer para eliminar y afrontar los peligros y riesgos que existen.

 

 

 

 

La seguridad eléctrica de un paciente: en qué consiste y su importancia

Podemos definir la seguridad eléctrica hospitalaria como el grupo de acciones preventivas que llevamos a cabo para minimizar o eliminar los riesgos de accidentes para los pacientes, los equipos e infraestructura médica y el personal sanitario.

La inmensa mayoría de dispositivos médicos son electrónicos y reciben energía a través de fuentes de alimentación y la red eléctrica. Por ello, si se produce un fallo de seguridad eléctrica, el riesgo de lesiones en el paciente es elevado.

Así, la seguridad del paciente es primero, y bajo esta premisa es fundamental informarse, planear y trabajar cuidando la vida de los pacientes, a salvo de cualquier factor de riesgo.

El objetivo número 1 de un área crítica en un hospital es ayudar en la seguridad y preservación de la vida tanto del personal médico como del paciente. Especialmente en procedimientos invasivos, como aquellos que perforan la piel, ya que el paciente y el personal médico son susceptibles de electrocución y de una posible muerte provocada por una corriente de fuga o falla en un equipo médico.

 

«El objetivo número 1 de un área crítica en un hospital es ayudar en la seguridad y preservación de la vida tanto del personal médico como del paciente.»

 

 

 

 

El principal problema de la seguridad eléctrica del paciente

El mayor problema que se plantea para el paciente y el entorno sanitario es el de garantizar la seguridad eléctrica en las distintas áreas de uso médico con el objetivo de:

 

  • Limitar las corrientes de fuga, desde el punto de vista de la conectividad entre el paciente y el instrumento.

 

  • Evitar interrupciones de suministro innecesarias, garantizando la continuidad del suministro eléctrico, desde el punto de vista de la dependencia del paciente frente al instrumento y de su estado de conciencia.

 

 

 

Consideraciones básicas sobre la seguridad eléctrica del paciente

 

  • La piel humana posee una resistencia de entre 15k-Ohm y 1 m-Ohm, mientras que bajo la piel la resistividad baja drásticamente a niveles entre 100 ohm y 200 ohm. Todo procedimiento que reduzca o elimine la resistencia de la piel, convierte al paciente en un sujeto eléctricamente susceptible (procedimiento invasivo). Así, al no existir la protección que supone la piel, una descarga eléctrica puede circular con mayor facilidad hacía el corazón, pudiéndose producir desfibrilación cardiaca con una corriente inferior a 10 mA.

 

  • Al hacer una evaluación del sistema eléctrico, hay que valorar la potencia del transformador de aislamiento del sistema de potencia aislada, que debe ser de entre 0,5 KVA a los 10 KVA.

 

 

  • Toda unidad hospitalaria debe contar con un interruptor diferencial de fallo a tierra en su sistema eléctrico, ya que es lo que protege a las personas contra electrocución en las zonas húmedas. Los equipos eléctricos no pueden estar fijados a menos de 1,53m sobre el suelo.

 

  • Para proteger a los pacientes, es necesario que los equipos eléctricos fijos y todas las tomas de corriente estén conectados al sistema de aislamiento.

 

 

 

 

 

El diseño de un programa de seguridad eléctrica

Sin duda, otro elemento clave es el diseño e implementación de un programa de seguridad eléctrica, con el que desde primera hora educaremos y formaremos al personal sanitario, se logrará un correcto diseño de las instalaciones eléctricas hospitalarias y se procurará el mantenimiento óptimo de todos los equipos electromédicos. 

Gracias a este programa, podremos clasificar los procedimientos de los pacientes acorde al tipo de contacto entre el paciente y el equipo médico (riesgo alto – cardíaco, riesgo medio – con el cuerpo, riesgo bajo – contacto casual), al mismo tiempo que podemos:

 

  • Crear un control y seguimiento de inspección eléctrica de los equipos médicos.
  • Diseñar como complemento un programa preventivo de mantenimiento acorde a las recomendaciones del fabricante.
  • Evitar el uso e extensiones eléctricas o adaptadores de pared en áreas de cuidado de pacientes.

 

 

 

 

La importancia del esquema IT eléctrico

Para evitar los efectos no deseados de la corriente eléctrica, especialmente en las situaciones en que el paciente se encuentra indefenso y especialmente expuesto, es fundamental el esquema IT de uso médico.

Por lógica, un paciente anestesiado, sedado o incapacitado, no puede reaccionar frente a un contacto eléctrico. Y si a ello le sumamos que el contacto se produce de forma invasiva, sus efectos son más graves.

Ante este hecho, las instalaciones eléctricas en los quirófanos, salas de Unidades de Cuidados Intensivos, etc. requieren un tipo de instalación eléctrica especial conocido como esquema IT de uso médico. 

Hablamos de una instalación en que la red eléctrica va aislada de tierra. Esto significa que si un paciente entra en contacto con un conductor eléctrico, la corriente no circulará a través de él ya que no se cierra el circuito por la tierra de la instalación. Para conseguirlo instalamos un transformador de aislamiento, y el consiguiente detector de aislamiento para supervisar permanentemente las fugas a tierra, y cuando ésta se produzca alerte de que estamos en una situación de peligro. 

 

 

 

 

Guía para conocer el estado del sistema eléctrico de una unidad hospitalaria

Dentro de la seguridad del paciente, un elemento clave es conocer de primera mano, con toda la información verificada y actualizada, el estado del sistema eléctrico de una unidad hospitalaria, ya sea habitación, salas de cirugía, postoperatorio… Se trata de contextos con elevados riesgos de fallos eléctricos cuando no cuentan con un sistema de seguridad eléctrica adecuada.

La idea fundamental es que toda instalación eléctrica en hospitales requiere supervisión constante. Es esto lo que garantizará que siga funcionando bien, sin imprevistos o fallo externo que puedan afectar a la instalación y cuyas consecuencias recaigan sobre la vida humana.

En ETKHO ofrecemos nuestros servicios de asesoramiento y diagnóstico, haciendo una evaluación completa teniendo en cuenta todos los detalles que pueden influir en futuros fallos. Mediante este diagnóstico, conoceremos cómo está funcionando el sistema, si hay incidencias que no se detectan a simple vista, etc.

En este sentido, algunos elementos que todo hospital debe garantizar de cara al estado de las instalaciones eléctricas son:

  • Realizar pruebas de puesta en servicio, funcionamiento y mantenimiento.
  • Contar con instalación de fuente alterna de suministro de energía eléctrica para las protecciones eléctricas que garantizan la continuidad de los servicios.
  • Contar con un sistema de transferencia automática con interruptor de conmutador de red. 
  • Instalar un SAI o sistema de alimentación ininterrumpida para áreas críticas, para garantizar la continuidad del servicio en caso de cortes en el flujo eléctrico.
  • Un sistema de potencia aislada o conexión a tierra en las áreas críticas, para proteger así la vida del paciente si se produce un corte en el suministro eléctrico.

 

«La idea fundamental es que toda instalación eléctrica en hospitales requiere supervisión constante. Es esto lo que garantizará que siga funcionando bien, sin imprevistos o fallo externo que puedan afectar a la instalación y cuyas consecuencias recaigan sobre la vida humana.»

 

 

 

 

Las normas de seguridad eléctrica en hospitales

Las normas de seguridad eléctrica son los procedimientos y estándares destinados a la prevención y reducción de riesgos de pacientes, instalaciones eléctricas, equipo humano y entorno.

Actualmente, las principales organizaciones que fijan normas globales sobre seguridad eléctrica hospitalaria son la Organización Internacional de Estandarización (ISO) y la Comisión Electrotécnica Internacional (IEC). No obstante, cada país suele tener sus propios reglamentos.

En cuanto a normas internacionales, las más importantes son: 

 

 

 

La necesidad de cumplir con las normas

Lógicamente, en los centros de salud las personas son lo primero. 

Dado que los hospitales realizan cada día actividades que dependen de equipos médicos eléctricos, existen ciertos riesgos para las personas como para la propia infraestructura de los edificios. Por ello, cumplir con las normas evita exponer al paciente a posibles riesgos y eventos eléctricos que pueden provocar desde quemaduras hasta complicar su situación médica o provocar la muerte en los casos más graves.

Además, se puede poner en riesgo el tratamiento del paciente, su efectividad y recuperación en caso de fallar el suministro energético.

 

Como vemos, tanto para evaluar como para mejorar el sistema eléctrico hospitalario, lo más recomendable y necesario contratar expertos para la asesoría, diagnóstico y solución.

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