Las unidades hospitalarias, en especial las UCIs, son contextos con altos riesgos de fallos eléctricos si no disponen de un sistema de seguridad eléctrica adecuada.
En la actualidad, la mayoría de dispositivos médicos son electrónicos, por lo que reciben energía a través de fuentes de alimentación y la red eléctrica. Si se produce un fallo de seguridad eléctrica, el riesgo de lesiones en el paciente es elevado. Especialmente, en zonas como la UCI u otras áreas críticas en los centros sanitarios.
La UCI es la unidad de cuidados intensivos de un hospital, es decir, el área de un centro hospitalario donde se ingresa a los enfermos de mayor gravedad que requieren una vigilancia y una atención continua y específica.
Por áreas críticas entendemos aquellos espacios de los hospitales donde se produce una asistencia sanitaria en la que el riesgo es alto. Además de la UCI, por ejemplo, encontramos quirófanos, urgencias, salas blancas, habitaciones de aislamientos, UCI…
Para mantener la seguridad eléctrica hospitalaria de estas zonas existen diversos elementos que protegen y garantizan el suministro eléctrico. Hablamos de, por ejemplo, los sistemas de alimentación IT, los sistemas de alimentación ininterrumpida o las conexiones de tierra, entre otros.