Desde hace más de un siglo, los gases medicinales se han utilizado en el sector de la salud para muchas formas de diagnóstico y tratamiento modernos, convirtiéndose en elementos cruciales en el bienestar del paciente y el funcionamiento de cualquier centro hospitalario. Sus usos son muy diversos: desde soporte respiratorio a agentes anestésicos, a diagnosticar y tratar diversas patologías, calibrar los equipos médicos, etc. Estos gases, al estar clasificados como medicamentos, deben cumplir con los más altos estándares de seguridad, calidad y eficiencia.
Al respecto, uno de los puntos más importantes es su gestión y control. Para ello, contamos con los sistemas de alarma para gases medicinales, capaces de alertar de posibles fallos, indicar de qué se trata y solventar problemas que podrían ser muy graves. Conozcamos ahora en qué consisten, empezando por saber un poco más de los gases medicinales.