En las dos últimas décadas, el desarrollo de las salas de hemodinámica en los hospitales ha ido en consonancia con la profunda transformación e innovación en el equipamiento hospitalario, las condiciones de seguridad y la mejora en los procesos.
Una profunda transformación en la que los procedimientos intervencionistas se han convertido en grandes protagonistas.
A medida que han ido apareciendo nuevas modalidades de diagnóstico y terapia dentro de este tipo de espacios hospitalarios, el nivel de formación del personal médico, así como los requerimientos humanos, técnicos y de equipo, se han ido modificando.
Conoce de la mano de ETKHO en qué consisten los quirófanos de hemodinámica y qué sistemas y elementos deben contener como fundamento básico para su óptimo funcionamiento.
¿Qué es la hemodinámica?
La hemodinámica es la parte de la cardiología que se encarga de estudiar el funcionamiento del sistema cardiovascular mediante la introducción de catéteres a través de las arterias y las venas.
Esta técnica de procedimiento mínimamente invasivo, conocida como cateterismo, se basa en la introducción de estos dispositivos, que se llevan hasta el corazón, para valorar la anatomía y las arterias coronarias, así como para observar su función, medir presiones de las cavidades cardiacas e, incluso, saber si hay alguna válvula alterada.
Por tanto, esta subespecialidad de la cardiología se basa en el diagnóstico y tratamiento de diferentes afecciones cardiovasculares, utilizando técnicas guiadas por los rayos X. Por ello, suelen ser realizadas en salas de radiología vascular o en salas de hemodinamia.
La Unidad de Hemodinámica en los hospitales
La sala de hemodinamia es el espacio que cuenta con un equipamiento de alta tecnología, un equipo de fluoroscopia o rayos X, para obtener las imágenes dinámicas obtenidas, procesarlas y digitalizarlas, con lo que se consiguen imágenes claras y nítidas para diagnosticar y tratar las enfermedades cardiovasculares.
El estudio que realiza la hemodinamia permite encargarse del interior de las estructuras sanguíneas, ya sean arterias, venas, vénulas, arteriolas y capilares.
De esta manera, la Unidad de Hemodinámica ha de disponer de la tecnología más avanzada para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades coronarias, capaz de realizar estudios hemodinámicos y cateterismo para el diagnóstico precoz.
En una Sala de Hemodinamia se trabaja con mínima invasión al paciente, en contraposición a una intervención quirúrgica en los quirófanos.
Ubicación, dimensiones y estructura de las salas de hemodinámica
La ubicación deseable para un espacio de hemodinámica es la más próxima a las áreas de hospitalización convencional, la unidad coronaria y el quirófano de cirugía cardiaca. Con ello, se facilita el traslado de pacientes, aumentando el número de casos realizables cada día, y no se expone a riesgos innecesarios a pacientes críticos que necesiten procedimientos diagnósticos y terapéuticos urgentes cuyas necesidades pueden requerir control intensivo y/o cirugía urgente.
En cuanto a las dimensiones y estructura, todo irá en función del espacio dispuesto y disponible en el hospital, aunque como mínimo deben ser 200 m2 de diseño rectangular, y una altura no inferior a 3 metros. Esto debe incluir el blindaje necesario para paredes, techo, suelos, puertas y ventanas, con el fin de reducir la radiación al público en el exterior del Laboratorio.
La sala debe estar comunicada con la sala de exploración mediante ventana de cristal plomado, dispuesta de forma caudal a la mesa radiológica.
También se deben incluir el área de visualización post-proceso de imágenes y la zona de recuperación y vigilancia, contigua a la sala de intervención, con capacidad para una o más camas, y que permita su circulación alrededor de ellas en caso emergencia médica.
La sala de control albergará los instrumentos de monitorización del paciente, y será donde esté el personal de apoyo.
También hay que considerar el equipamiento propio de la Sala que consta de armarios y cajoneras para mantener acomodado y guardado todos los elementos necesarios para los distintos procedimientos.
Procedimientos y eficacia del cateterismo
Los procedimientos diagnósticos nos permiten identificar cualquier situación de salud y/o enfermedad.
En el caso de la cardiología intervencionista, se orientan cada vez más a precisar detalles anatómicos y funcionales, y tras el diagnóstico, se procede al tratamiento en el mismo acto médico.
Entre las principales enfermedades y/o afecciones para practicar cateterismo encontramos:
- Arteroesclerosis
- Enfermedad coronaria.
- Enfermedad de las válvulas cardiacas
- Enfermedad en otras estructuras del corazón
- Cardiomiopatia hipertrófica
- Hipertensión
- Defectos de corazón de nacimiento o congénitos
- Procedimientos en hemodinamia y cardiología intervencionista
- Cateterismo cardíaco
- Angioplastia coronaria y/o aterectomia.
- Arteriografía coronaria
- Angiografía de puentes coronarios.
- Implantación de marcapaso transitorio
- Pruebas farmacológicas
- Balón de contra pulsación intra-aórtico
- Valvuloplastia mitral con balón
- Valvuloplastia pulmonar con balón
- Ventriculografía
- Aortograma
- Implante de prótesis intracoronarias (stents)
- Biopsia endomiocárdica
- Tratamiento de aneurismas toracoabdominales
- Cirugía vascular y angiológica
Instalaciones y equipo para quirófanos de hemodinámica
- Debemos disponer de dispositivos trasportables, tales como monitor-desfibrilador o camilla especial para balón intra-aórtico, que brinden seguridad en los traslados. Es muy recomendable que, en estos casos, la sala intervencionista esté diseñada para su adaptación inmediata como quirófano.
- Dotación central de oxígeno, vacío y aire comprimido.
- Disponibilidad de tomas eléctricas suficientes para asegurar el funcionamiento simultáneo de todos los elementos periféricos necesarios. Todas las tomas de fuerza del sistema radiológico y del polígrafo han de ser independientes entre sí y de cualquier otro dispositivo hospitalario.
- Anexo refrigerado para transformadores, generadores y unidad central del sistema de digitalización.
- Sala de 10-15 m2 para el alojamiento de los controles del sistema radiológico convencional y digital, de los magnetoscopios y del polígrafo.
- Zona de recepción y vigilancia contigua a la unidad intervencionista, con espacio suficiente para la permanencia vigilada de al menos un paciente y posibilidades de circulación en su entorno en caso de emergencia. Debe estar dotada con tomas eléctricas suficientes y tomas de oxígeno, vacío y aire comprimido.
- Área de descanso con zona adyacente para vestuario y aseo.
- Área de interpretación que incluya, como mínimo, un despacho individual para el responsable de la unidad intervencionista, y un espacio diáfano donde se pueda ubicar una mesa de reunión y tanto módulos independientes de trabajo como personal médico asignado a la unidad.
- Área de visualización de post-proceso de imágenes
En cuanto al equipamiento radiológico, destacan los siguientes elementos:
- Generador.
- Tubo de rayos X y emisor de radiación.
- Intensificador de imagen.
- Monitores de televisión.
- Sistemas de registro digital de imágenes.
- Dispositivo de arco.
- Mesa de exploración.
- Inyector automático.
- Sistema de protección contra radiaciones ionizantes.
- Sistema de visualización.
- Impresora.
- Generador de tensión constante o multipulso.
Recursos Humanos en los quirófanos de hemodinámica
Un laboratorio de hemodinámica cardíaca diagnóstica e intervencionista debe incluir el siguiente personal:
- Responsable o director del laboratorio
- Personal médico
- Personal de enfermería
- Técnicos/as en radiología
Con presencia en más de 20 países, en ETKHO ofrecemos nuestros servicios y productos para sistemas IT en entornos quirúrgicos, con una clara orientación a asesorar en el diseño y elección del equipamiento más adecuado para cada tipo de unidad hospitalaria.