El día a día de los hospitales y cualquier tipo de centro sanitario está enfocado principalmente en la atención médica al paciente. Sin embargo, más allá de las personas, también hay una serie de factores que forman parte de la gestión hospitalaria y que no podemos pasar por alto.
Uno de los elementos que más peso ha ganado en los últimos años han sido los relacionados con los datos sensibles que se recopilan en los hospitales y centros sanitarios y que, aunque de forma indirecta, contribuye también a la buena atención al paciente y al correcto funcionamiento tanto desde un punto de vista médico como organizacional. Por ejemplo: las redes de datos hospitalarias. Hablemos de todo ello en este artículo.
¿Qué son las redes de datos hospitalarias?
Una red de datos es un sistema utilizado para la comunicación y el intercambio de información entre personas u organizaciones, desde un punto a otro gracias a las líneas de transmisión, el control del sistema, etc. Así, contamos principalmente con dos tipos de redes:
- Redes de difusión: Se transmite la información de un nodo a varios de forma simultánea.
- Redes punto a punto: Cada emisor mantiene una comunicación con un receptor.
Por otra parte, también hay que poner atención a las principales metodologías utilizadas para transmitir las señales de las redes de datos:
- Conmutación de circuitos: Antes de la comunicación entre nodos, se establece un canal de comunicación mediante la red.
- Conmutación de mensajes: El mensaje se transmite de un conmutador a otro. Cada conmutador lo recibe, almacena y lee antes de transmitirlo al siguiente.
- Conmutación de paquetes: Cada mensaje se descompone y agrupa en paquetes que se transmiten mediante la red digital a la mayor velocidad posible. Cuando llega a su destino, el mensaje de cada paquete se vuelve a recomponer.
5 ventajas de las redes de datos
Disponer de una red de datos hospitalarios es vital para el correcto funcionamiento de un centro sanitario en tanto que facilita y permite, de la forma más rápida y directa posible, la transmisión de todo tipo de comunicación.
A continuación, mencionamos algunas de las ventajas de implementar una arquitectura de red de datos, no solo en hospitales, sino en cualquier tipo de organización:
1. Permite compartir recursos
Gracias a la red de datos es posible compartir cualquier tipo de información y recursos como Internet, impresoras, ordenadores, etc.
2. Posibilidad una comunicación ágil y rápida
Con el uso de emails o transferencias online de archivos es posible utilizar la red de datos para conectar ordenadores y que la comunicación sea más fluida y fácil.
3. Favorece la colaboración
entre personas o usuarios de diferentes equipos, lugares y departamentos de forma remota.
4. Permite un almacenaje centralizado
La copia de software está almacenada de forma central en un único recurso. Los usuarios con credenciales de acceso pueden entrar remotamente a una copia de seguridad de dicho software.
5. Se comparte una base de datos central
a la que puede acceder cualquier miembro de la organización a través de las redes de datos y con su credencial de acceso.
¿Para qué se utiliza el big data en salud?
Cuando hablamos del sector sanitario, la mayoría de personas pensamos en hospitales o centros de salud, pacientes, médicos, etc. Sin embargo, la actividad en cualquier tipo de centro sanitario no sería posible sin el uso de la información y el big data.
La historia clínica, prescripciones médicas, agenda de visitas, resultados de pruebas … En el sector de la salud hay infinidad de fuentes de datos que nos proporcionan información sobre los pacientes, sus enfermedades, los centros médicos, etc. Recopilar y almacenar toda esta información es un paso fundamental para la atención de los pacientes y el correcto funcionamiento de un hospital o centro de salud.
Hace décadas, la mayoría de estos archivos se consultaban de forma impresa. Por suerte, el sector de la salud también ha evolucionado y se ha adaptado a la tecnología. En la actualidad, gracias al big data, se pueden consultar todo tipo de datos de forma online. Además, ciertas técnicas de big data también permiten ir un paso más allá y ofrecer sistemas de telemedicina o modelos predictivos para ofrecer una atención médica más personalizada y eficaz, al tiempo que se optimizan los recursos y se reducen costes.
En este punto, tenemos que hablar también del blockchain, que desarrolla un rol clave en el sector sanitario. Las redes blockchain, además de permitir realizar transacciones con total seguridad, son muy útiles hoy en día para hacer frente a grandes desafíos como, por ejemplo, la segmentación de los datos médicos, la gestión y seguridad de los datos delicados almacenados o la falsificación de documentos.
En definitiva, la tecnología blockchain en el ámbito de la salud pone el foco en lograr que los sistemas informáticos y de información faciliten el intercambio de datos de salud de una forma eficiente y segura pero también centrarse en el paciente que, al fin y al cabo, es el actor principal en cualquier escenario del ámbito de la salud.
«Ciertas técnicas de big data también permiten ir un paso más allá y ofrecer sistemas de telemedicina o modelos predictivos para ofrecer una atención médica más personalizada y eficaz, al tiempo que se optimizan los recursos y se reducen costes.»
La protección de datos: imperativo y derecho
La protección de datos es uno de los derechos que tienen los pacientes. De hecho, aquellos datos relacionados con la salud o el historial clínico de una persona se consideran información sensible, por lo que su protección es especialmente importante y supone un imperativo para los centros y organismos sanitarios.
Desde hospitales hasta clínica o centros médicos… Cualquier centro del ámbito de la salud debe cumplir por ley con toda una serie de exigencias vinculadas al tratamiento de la información o los datos médicos de los pacientes. Es decir, tienen que cumplir con la RGPD y la LOPDGDD.
¿Cuáles son los principales datos sanitarios?
La historia clínica es para un paciente prácticamente lo que el DNI para una persona. Es un documento médico-legal que recopila toda la información relacionada con la salud o los tratamientos del paciente para poder ofrecerle una atención personalizada en función de sus necesidades y estado de salud.
En la historia clínica hay información de todo tipo. Desde el registro de ingresos hasta los informes de urgencia, exploraciones físicas, órdenes médicas, tratamientos, información sobre la evolución del estado del paciente o registros de alta, entre muchos otros datos.
Teniendo en cuenta que el historial clínico recoge información tan sensible sobre el paciente, no es de extrañar que el acceso a esta documentación personal y confidencial se limite al personal médico que se encarga de la atención y tratamiento del paciente.
En este sentido, cabe recordar lo que indica el Reglamento General de Protección de Datos en el artículo 4.15, donde expone que los datos personales relacionados con la salud son todos aquellos “relativos a la salud física o mental de una persona física, incluida la prestación de servicios de atención sanitaria, que revelen información sobre su estado de salud”.
Por otra parte, entre los datos que se recopilan y almacenan en el ámbito sanitario, también hay información relativa a recursos humanos (nóminas, personal, etc), fiscal y contable, videovigilancia, o incidencias, etc.
3 aspectos clave en la protección de datos del ámbito de la salud
Ya hemos comentado anteriormente que la información sobre los pacientes se considera sensible, por lo tanto, el respeto y discreción respecto a la misma debe ser de altos niveles. En este sentido, el uso y protección de datos sanitarios parte de 3 aspectos clave mencionados a continuación:
1. El consentimiento del paciente
2. El tratamiento de los datos
3. Informar al paciente sobre sus datos
La seguridad eléctrica como herramienta de protección de datos
La seguridad eléctrica en hospitales es un tema de prioridad absoluta para evitar problemas con la corriente eléctrica que puedan perjudicar al funcionamiento del centro sanitario y a la salud de los pacientes.
Teniendo en cuenta que los datos relativos al paciente son parte fundamental en cualquier actuación médica, intervención o tratamiento, tenerlos a buen recaudo y bajo todas las medidas de seguridad, también eléctrica, es de vital importancia.
Los hospitales y centros sanitarios generan y recopilan a diario información médica que se almacena, visualiza y modifica a través de equipos médicos electrónicos. Por eso, es importante no pasar por alto las normas de seguridad eléctrica en hospitales. No hacerlo es un riesgo en tanto que no poder consultar la historia clínica del paciente puede exponerle a posibles riesgos, dificultar la labor médica, o incluso arriesgar el tratamiento del paciente y su efectividad y recuperación.