La realidad aumentada en los quirófanos

La realidad aumentada está revolucionando el sector de la medicina y la cirugía, especialmente por su papel innovador y de soporte en los quirófanos.

 

En los últimos tiempos, se viene hablando, y mucho, de las posibilidades de la inteligencia artificial y las innovaciones tecnológicas más punteras aplicadas al entorno sanitario. Uno de los elementos llamados a jugar un papel clave es la Realidad Aumentada (AR, por sus siglas en inglés), que ha supuesto ya un cambio sideral en lo que a posibilidades, seguridad y eficacia en los quirófanos se refiere.

 

 

 

¿Qué es la realidad aumentada?

La realidad aumentada se propagó por todo el mundo gracias a la eclosión del juego Pokemon Go. Estos videojuegos se reinventaron para, mediante una app del smartphone, poder encontrar a los pokemons más populares de la saga en cualquier zona de cualquier ciudad. 

Esas “capturas” de las criaturas japonesas se lograban mediante la realidad aumentada en la pantalla del móvil. Pero… ¿qué es la realidad aumentada? Este elemento consiste en añadir información adicional a un dispositivo, ya sea desde un smartphone a unas gafas, que está captando la realidad a través de su cámara. 

El usuario, a través del visor de su dispositivo, ve lo que tiene alrededor, y lo que hace la realidad aumentada es aportarle mayor información de valor sobre lo que está viendo, incluso pudiendo interactuar.

 

«La realidad aumentada ofrece imágenes superpuestas al entorno real, y lo que se llega a observar es una mezcla entre elementos reales y virtuales.»  

 

Si extrapolamos esta tecnología al ámbito sanitario, la combinación de imágenes del mundo real con las virtuales -proporcionadas por un dispositivo tecnológico- para crear una realidad mixta en tiempo real es algo que va a suponer un antes y un después en los hospitales. La sanidad, tan dada a la innovación, no se está quedando atrás en la implantación de una tecnología que, aplicada al quirófano, puede ser de gran ayuda.

 

 

El potencial de las gafas y la realidad aumentada en los quirófanos

El futuro ya está aquí en lo que a las gafas de realidad aumentada como una herramienta quirúrgica más se refiere. 

Ya sabemos que toda operación quirúrgica es algo así como una “coreografía”, en la que todo un equipo médico, con el cirujano a la cabeza, debe estar sincronizado. Pues bien: lo que están consiguiendo las nuevas tecnologías sanitarias es que el propio cirujano, los anestesistas, enfermeras y otros ayudantes, tengan mucho más fácil tomar decisiones a vida o muerte durante una operación. 

Las gafas de realidad aumentada son las que lo están haciendo posible. Estas gafas, en el quirófano, pueden incluir la visión de órganos en 3D hasta todas las constantes vitales del paciente. 

Las posibilidades son casi ilimitadas. Por ejemplo, hay plataformas que permiten al cirujano controlar, mediante gestos manuales o comandos de voz, la información que aparece en sus gafas. Como si fueran distintos tiros de cámara en una película en tiempo real, la pantalla virtual ofrece modelos 3D por medio de TAC del órgano intervenido, la visión de las constantes vitales e incluso ángulos de visión de otros miembros del equipo, así como otras fuentes de información (imágenes de ecografías, rayos, etc.).

Uno de los campos en los que más se ha avanzado es la degeneración macular, ya que la realidad aumentada da acceso a imágenes TAC y en otros formatos, facilitando unas operaciones oculares que suelen ser delicadas.

 

 

 

Pero incluso podemos ir más allá: con la AR, la teleasistencia cobra un nuevo sentido. Otros cirujanos pueden asistir virtualmente a la operación y aconsejar al cirujano principal sobre las decisiones que debe tomar en cada situación/momento. Y donde no llegue la visión humana, llegará la tecnológica: mediante inteligencia artificial y aprendizaje de máquinas, se ofrecerán análisis en tiempo real de los puntos críticos, indicando por ejemplo posibles trayectorias para la realización de implantes.

Dentro de la evolución de la tecnología AR aplicada a las salas de quirófano, destaca como lo último en terapia guiada por imágenes la visualización de modelos bidimensionales y tridimensionales de los órganos durante la intervención quirúrgica. Los cirujanos y el equipo sanitario pueden visualizar, gracias a imágenes semitransparentes y en colores superpuestas al mundo real, gráficos, números y textos con información sobre el paciente y su estado durante la intervención.

 

 

Cambios en los modelos formativos tras la pandemia

La pandemia de Covid-19 ha obligado a replantear la formación práctica de estudiantes de medicina en quirófanos tal y como la conocíamos. 

Actualmente, numerosos cirujanos docentes, gracias a unas gafas especiales con una cámara incorporada, emiten la clase en directo desde su vista subjetiva durante una operación. Y a su vez, pueden ir añadiendo material didáctico sobreimpresionado en la pantalla. Esto, de paso, mejora la sanidad e higiene en los quirófanos, ya que el cirujano-docente no toca ningún material para enseñar las imágenes y por ende mantiene la esterilidad de las manos.

 

 

Métodos pioneros junto al 3D

En España, el Hospital Gregorio Marañón de Madrid fue pionero al desarrollar un sistema para quirófano que combina el uso de gafas de realidad aumentada y la impresión 3D. 

Este sistema proyecta sobre el paciente hologramas de sus pruebas médicas y radiológicas (TAC, RM, PET, etc.). Un avance sanitario que está permitiendo mejorar los resultados de las intervenciones, minimizando los riesgos y acortando los tiempos de la operación.

 

«Gracias a esta herramienta, los profesionales sanitarios obtienen más y mejor información durante la cirugía.» 

 

Mediante la impresión en 3D de una plantilla personalizada que incluye un marcador óptico, se le indica a las gafas de realidad virtual dónde proyectar los hologramas 3D previamente generados, un logrando «dotar al cirujano de rayos X» durante la intervención.

 

 

 

 

 

Conclusión

La realidad aumentada ha entrado en los quirófanos para quedarse. El hecho de que los  cirujanos puedan ver en sus gafas información relevante mientras están operando es un antes y un después en la tecnología sanitaria. 

 

«El propósito de la AR es que el cirujano tenga a su alcance, durante la operación, la visualización de elementos clave como tumores, vasos especialmente sensibles o similares, con el fin de incrementar la eficacia de la cirugía evitando daños, reiteraciones o búsquedas prescindibles.» 

 

En suma, la realidad aumentada ofrece una información extra muy valiosa para el cirujano mientras este opera. 

 

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