Cómo garantizar la seguridad en laboratorios de alto riesgo

Los laboratorios de alta seguridad y/o riesgo son instalaciones altamente capacitadas y dotadas con equipos de última tecnología, lo que las convierte en lugares de peligro y alto riesgo. Por ello, es vital conocer las normas de seguridad.

 

En los laboratorios de todo el mundo, y especialmente en el caso que nos ocupa, los laboratorios de alto riesgo, existen infinidad de riesgos que pueden provocar:

  • Accidentes: caídas, cortes, quemaduras térmicas o químicas, intoxicaciones, incendios…
  • Enfermedades profesionales: por la exposición continuada o no a contaminantes químicos, físicos o biológicos.

 

De esta manera, el trabajo en el laboratorio presenta un conjunto riesgos variados, relacionados con las instalaciones, los productos manipulados, las energías y organismos vivos, y las operaciones que se realizan. En especial, hablamos de riesgos con productos que suelen ser muy peligrosos, como los químicos. 

 

«La implantación de criterios para asegurar la calidad, ya sea la obtención de una acreditación tipo GLP (Buenas Prácticas de Laboratorio), NE 45001 o la certificación ISO 9000, nos habla a las claras de una correcta aplicación de una política de seguridad.»

 

Implantar un elevado nivel de seguridad y seguir las recomendaciones para garantizar la seguridad en laboratorios de alto riesgo no es negociable. 

Por todo ello, en ETKHO hemos elaborado un guía básica con las principales normas que se deben seguir en los laboratorios de alto riesgo, cómo actuar ante casos de emergencia y accidente y los niveles de bioseguridad.

 

 

 

 

Evaluación de riesgos & Plan de evacuación, emergencia y seguridad

Antes de llevar a cabo el plan de emergencia total, el laboratorio, sea o no sea de alto riesgo, tiene que haber realizado la evaluación inicial de riesgos, y posteriormente actualizarla cuando cambien las condiciones de trabajo. 

Esta evaluación de riesgos es la que evitará que los factores de riesgo se convierten en accidentes y/o problemas, ya sean: 

  • Desconocer las características de peligrosidad de las sustancias. 
  • Emplear métodos y procedimientos intrínsecamente peligrosos. 
  • Malos hábitos de trabajo. 
  • Material de laboratorio inadecuado o de mala calidad. 
  • Instalaciones defectuosas. 
  • Diseño no ergonómico y falta de espacio. 
  • Contaminación ambiental. 

 

Una vez consumado esto, el laboratorio pasará a disponer de su propio plan de emergencia. En el caso del laboratorio de un hospital, contamos con normativas específicas sobre el desarrollo de los planes de emergencia. 

El desarrollo del plan de emergencia lleva implícita una política sobre protección de incendios, evacuación y señalización que contempla la evaluación del riesgo, los medios de protección existentes, un programa de implantación con simulacros periódicos para comprobar la eficacia del plan y la organización de un equipo de primera intervención.

 

 

 

Niveles de bioseguridad en el laboratorio

La principal clasificación sobre los microorganismos infecciosos es de la OMS, que los divide en 4 grupos según el riesgo intrínseco que suponen:

Grupo de riesgo 1
Microorganismos con pocas posibilidades de causar enfermedades en humanos o en animales, es decir, sin riesgo o riesgo muy bajo para el individuo y la comunidad.

Grupo de riesgo 2
Patógenos que pueden causar enfermedad en humanos y/o animales, pero que difícilmente supongan problema serio para los trabajadores del laboratorio, la comunidad, el ganado o el medioambiente. Riesgo individual moderado y riesgo comunitario bajo.

Grupo de riesgo 3
Patógenos que usualmente causan enfermedades graves tanto en humanos como en animales, pero habitualmente no se transmiten de un individuo infectado a otro. Riesgo individual alto y riesgo comunitario bajo.

Grupo de riesgo 4
Patógenos que normalmente causan enfermedades graves en humanos y animales y que pueden ser transmitidos rápidamente, directa o indirectamente, de un individuo infectado a otro. No suele haber tratamiento disponible. Aquí hay riesgo individual y comunitario alto.

 

 

 

 

Claves a tener en cuenta en los laboratorios

La actividad de un laboratorio de alto riesgo, como puede ser de microbiología, origina riesgos de distinto tipo, especialmente biológicos, capaces de afectar a la salud de trabajadores, visitantes y comunidad. Para ello, hay que valorar y apilar los siguientes puntos:

  • Exámenes de salud (vigilancia y prevención)
  • Concienciación individual de autoprotección
  • Identificación de los peligros y evaluación del riesgo
  • Adoptar medidas de contención adecuadas 
  • Usar técnicas microbiológicas escrupulosas 
  • Formación e información para elaborar un plan de seguridad completo, seguirlo y actualizarlo.

 

Todo ello en conjunto es lo que permitirá que el laboratorio sea un lugar seguro, libre de accidentes y de infecciones contraídas allí. 

 

 

 

Normas generales en los laboratorios de alto riesgo

A continuación, desde ETKHO queremos resumir las normas básicas fundamentales del trabajo en el laboratorio, haciendo especial referencia a los aspectos organizativos, la política de prevención y protección de riesgos, el almacenamiento de los productos, la eliminación de residuos y la actuación en casos de emergencia. 

 

Normas básicas de seguridad de un laboratorio

  • Contar con un manual de seguridad preciso y autorizado.
  • Prohibido comer, ingerir bebidas, consumir cualquier sustancia dentro de las áreas de estudio y análisis.
  • La ventilación general del laboratorio debe comprobarse con frecuencia, así como revisar la instalación de gases.
  • Regular la eliminación de residuos.
  • Utiliza los equipos de protección individual adecuados a cada trabajo y riesgo.

 

Recomendaciones personales

  • Es preciso evitar trabajar solos en el laboratorio, sobre todo fuera de las horas habituales y si hacen trabajos peligrosos. 
  • Mantener en todo momento las batas abrochadas.
  • No dejar objetos personales en mesas de trabajo.
  • Llevar el pelo recogido.
  • Recoge y limpia inmediatamente todos los vertidos de líquidos, productos químicos o de muestras biológicas, por pequeños que sean.
  • Lavarse las manos antes de abandonar las instalaciones.

 

Operaciones sin vigilancia

El riesgo básico de dejar aparatos e instalaciones complejas de laboratorio funcionando sin supervisión durante “x” tiempo es la  explosión, incendio y contaminación por emisiones o vertidos. Para ello, hay que contar con dispositivos de control automático de las fuentes de energía y de la circulación de fluidos, que puedan detectar alteraciones de los parámetros.

 

Recomendaciones de trabajo

  • No llenar los tubos de ensayo más de 2 o 3 centímetros.
  • Calentar los tubos de ensayo de lado y utilizando pinzas.
  • Utilizar en todo momento gradillas y soportes.
  • Tomar los tubos de ensayo con los dedos, nunca con la mano.
  • No llevar tubos de ensayo ni productos en los bolsillos de las batas.

 

Prevención de riesgos en el laboratorio

Ante los riesgos que pueden provocar accidentes como caídas, cortes, quemaduras térmicas o químicas, intoxicaciones, incendios… y enfermedades profesionales, fruto de la exposición a contaminantes químicos, físicos o biológicos, es imprescindible trabajar de forma segura.

 

 

Normas generales de trabajo en el laboratorio 

Dado que el laboratorio es un lugar donde se manipulan gran cantidad y variedad de productos peligrosos, con el fin de evitar su contacto o ingestión siendo fuente de intoxicaciones o accidentes, se pueden establecer una serie de normas de tipo general sobre  diferentes aspectos aplicables a la mayoría de los laboratorios. 

 

Recomendaciones a nivel de organización 

  • La organización y distribución física del laboratorio ha de ser estudiada a fondo y con un mantenimiento idóneo. 
  • El laboratorio debe mantenerse ordenado y en estado de limpieza óptimo. 

 

Medidas y equipos de protección

  • Las batas son obligatorias en trabajos con productos químicos y deberán ser 100% de algodón. 
  • Hay que tener siempre a disposición las gafas de seguridad.  
  • Usar los guantes adecuados para cada tarea.
  • Conocer la protección brindada por los distintos equipos de protección individual (EPIs) para las vías respiratorias, los extintores y la aplicación de los productos de primeros auxilios del botiquín, así como los mecanismos para recibir posibles ayudas exteriores.
  • El calzado debe totalmente cerrado y aislante.
  • En suma, el laboratorio ha de disponer de EPIs y de las instalaciones de emergencia o elementos de actuación (lavaojos, duchas, mantas ignífugas, extintores, etc.). 

 

Almacenamiento de productos & seguridad de las sustancias químicas

  • Todos los laboratorios emplean numerosas sustancias químicas de diferente composición, altamente inflamables o contaminantes. Por ello, es vital comprobar el etiquetado correcto de los productos químicos recibidos en el laboratorio, etiquetar adecuadamente las soluciones preparadas y no reusar los envases para otros productos sin retirar la etiqueta original.
  • Mantener el stock al mínimo operativo redunda en aumento de la seguridad y reducción de costes
  • Es necesario disponer de un lugar específico (almacén, preferiblemente externo al laboratorio) convenientemente señalizado. 
  • Emplear armarios de seguridad de RF-15 como mínimo y frigoríficos antideflagrantes o de seguridad aumentada.

 

Trasvase de productos

  • Trasvasar, si es posible, cantidades pequeñas de líquidos o hacerlo en una zona específica para ello.
  • Los trasvases de sustancias inflamables, lejos de focos de calor.
  • Los trasvases de sustancias tóxicas, irritantes y corrosivas con las prendas de protección adecuadas a los riesgos del producto.
  • Evitar los vertidos con embudos, dosificadores o sifones.

 

La gestión de los residuos y los desechos

  • Inventario de todos los productos considerados como residuos. 
  • Definición de grupos en base a sus características fisicoquímicas, incompatibilidades, riesgos específicos y/o tratamiento y  eliminación posterior. 
  • Contemplar las posibilidades de minimización considerando la posible reutilización, recuperación, neutralización y eliminación. 
  • Debe disponerse de información e instrucciones para la eliminación de residuos en el laboratorio.
  • Siempre neutralizar las soluciones antes de verterlas por el desagüe.
  • No guardar botellas vacías destapadas.
  • Todos los equipos empleados deben ser depositados en contenedores específicos para el aseo o eliminación.
  • La purificación del material debe garantizar su total  eliminación bacteriana.

 

 

 

 

Actuación en casos de emergencia y accidentes

Siempre es necesario contemplar situaciones de emergencia específicas en los laboratorios, y saber actuar en consecuencia. Algunos casos serían:

 

Vertidos o derrames

Debemos recoger inmediatamente el producto derramado evitando su  evaporación y daños sobre las instalaciones. El procedimiento irá en función de las características del producto, ya sea inflamable, ácido, álcali, mercurio, etc.

 

Atmósfera contaminada

Según la contaminación sea débil o importante, por toxicidad o explosividad, se actuará de un modo u otro acorde al plan de emergencias.

 

Incendio

El riesgo de incendio también está previsto en el plan de emergencia. Si es alto y/o la ocupación del laboratorio elevada, hay que dar la alarma. Deben existir dos salidas con puertas que se abran hacia el exterior. Cuando concluya la evacuación del laboratorio, deben cerrarse las puertas. Y el laboratorio debe estar dotado de extintores portátiles (agua pulverizada, halogenados, CO2, polvo) adecuados a los tipos de fuegos  posibles.

 

 

 

 

 

Responder en caso de accidentes

Lo ineludible es que debe colocarse toda la información necesaria para la actuación en caso de accidente en un lugar bien visible del laboratorio. Ahí ha de constar: qué hacer, a quien avisar, números de teléfono, tanto interiores como exteriores (emergencia, servicio de prevención, mantenimiento, ambulancias, bomberos, director del laboratorio), direcciones y otros datos que puedan ser interés en caso de accidente, especialmente los referentes a las normas de actuación.

En caso de accidente, debe activarse el sistema de emergencia (PAS: Proteger, Avisar, Socorrer). Al comunicarse, daremos un mensaje preciso sobre:

  • Lugar donde ha tenido lugar el accidente.
  • Tipo de accidente (intoxicación, quemadura térmica o química, herida, etc.).
  • Número de afectados o víctimas.
  • Estado aparente de las víctimas (consciencia, sangran, respiran, etc.).
  • No colgar antes de que el interlocutor lo haya autorizado, ya que puede necesitar otras informaciones complementarias.
  • Disponer de una persona del laboratorio que reciba y acompañe a los servicios de socorro con el fin de guiarlos rápidamente hasta el lugar del accidente.

 

 

 

Tipos de accidentes laborales en un laboratorio y cómo actuar

Los tipos de accidentes que se pueden producir en un laboratorio son muchos. Te contamos cómo actuar si desgraciadamente se produce alguno de ellos:

  • Salpicaduras en los ojos y sobre la piel: Lavarse rápidamente con agua durante 10-15 minutos, usando si es preciso la ducha de seguridad. No intentar neutralizar y acudir al médico enseguida con la etiqueta o ficha de seguridad del producto.
  • Mareos / pérdida de conocimiento por fuga tóxica: Protegerse con un aparato respiratorio antes de aproximarse a la persona afectada y ventilar el laboratorio. Trasladarla luego a un lugar seguro y dejarla recostada sobre el lado izquierdo. 
  • Electrocución: Si alguien queda atrapado por la corriente se debe cortar la alimentación eléctrica del aparato causante antes de acercarse a la víctima; después activar el PAS y, practicar, si fuera necesario, la reanimación cardiorrespiratoria. Y no dar alimentos, bebidas ni productos para activar la respiración.
  • Quemaduras térmicas: Lavar abundantemente con agua fría para enfriar la zona quemada, no quitar la ropa pegada a la piel y tapar la parte quemada con ropa limpia. 
  • Intoxicación digestiva: El tratamiento irá en función del tóxico ingerido. Por ello, es clave tener la información a partir de la etiqueta y la ficha de datos de seguridad. En caso de presentar convulsiones o estar inconsciente, no debe provocarse el vómito. Para evitar la absorción del tóxico se emplea carbón activo o agua albuminosa.

 

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