La sostenibilidad y la protección del medio ambiente en los hospitales

Es labor de todos lograr la disminución de las emisiones de carbono en los hospitales y reducir el impacto ambiental de la gestión sanitaria.

 

 

Cada 5 de junio se celebra en todo el mundo el Día del Medio Ambiente. Esta fecha señalada es una excelente oportunidad para recordar lo que hay en juego, para poner en evidencia, para repensar y para actuar.

En este nuevo post de ETKHO, queremos hablaros de la adaptación y evolución de los hospitales para contribuir a la salud del planeta. Ante la emergencia climática, el deterioro de los ecosistemas y la contaminación atmosférica, las amenazas sobre el planeta son muchas. 

Se trata de elementos que tienen consecuencias de distinta índole sobre las personas de todo el mundo, entre ellas la aparición de patologías asociadas de tipo infeccioso, cardiovascular y respiratorio, así como entre los animales.

 

«¿Cuál es el papel de los ecosistemas sanitarios? ¿Qué impacto ambiental tiene el cuidado de la salud?»

 

 

 

 

 

El impacto ambiental de los hospitales

Los hospitales son verdaderos microcosmos complejos, estructuras compuestas de ingentes cantidades de elementos interrelacionados que, a la postre, tienen mucha influencia en el medio ambiente. En este sentido, el compromiso de los hospitales en materia medioambiental persigue dos objetivos básicos:

  1. La transformación de infraestructuras y procesos, aumentando la reducción de residuos y el reciclaje, optimizando los consumos energéticos e hídricos, modernizando la arquitectura y la ingeniería para hacerla sostenible y de cero emisiones.
  2. La profunda transformación educacional y cultural en directivos, profesionales, pacientes y sociedad para mejorar en los usos y comportamientos cotidianos en el entorno hospitalario.

 

Y es que nos jugamos mucho. El impacto medioambiental de las instalaciones sanitarias es muy alto, ya que engloba de todo: infraestructuras, servicios y sectores, pacientes hospitalizados, ambulatorios y ambulancias, residentes, restauración, cocina, parking, etc. 

Pongámoslo en datos. Solo en España existen más de 10.000 centros de salud, así como cerca 800 hospitales públicos y privados.  Según la consultora energética especializada Ipsom, un hospital puede consumir de media entre 20-60 mil kWh por cama (20 toneladas medias de CO2).  Por m2, sería entre 150 kWh y 50 kWh. Esto implica un consumo energético del 2% sobre el total de un país como España. Un hospital consume 24/7/365, cerca de 8.800 horas de consumo anual con especial incidencia en el clima, la ventilación, la iluminación y el suministro de agua caliente.

 

 

 

Entre la obligación y el compromiso

La aplicación de políticas medioambientales en los entornos sanitarios puede partir tanto de la voluntariedad como de la necesidad o la obligación. 

En el compromiso de cada centro está adoptar los criterios internacionales de gestión medioambiental como las diversas normativas AENOR de gestión medioambiental o la norma ISO 14001, así como su versión UNE-EN-ISO 14001, amén de directrices comunitarias generales tipo Libro Verde, Directiva 2010/31/CE de eficiencia energética, etc. Pero también se topan con la legislación nacional, como es el caso de la ley de residuos y suelos contaminados. 

Por otro lado, las políticas de sostenibilidad en el hospital ya afectan a todos los estratos: desde los servicios y estructuras bajo la batuta de la gerencia de los hospitales a las empresas subcontratadas y proveedores de cada centro.

 

 

 

 

Reduciendo la huella de carbono

Imaginemos por un momento que el sector de la salud fuera un país. ¿En qué posición estaría dentro de los países que más gases de efecto invernadero emiten? Nada más y nada menos que en quinto lugar. Según el informe Huella Climática del Sector de la Salud de la organización internacional Salud sin Daño, el 71% de la huella climática del sector sanitario se atribuye a su cadena de suministro, la producción, empaque, transporte y la disposición de los bienes y servicios adquiridos. 

Por ello, este informe hace incidencia en dos puntos muy importantes.

  1. El primero es el Estándar de Construcción de Hospitales Verdes, donde se recogen recomendaciones sobre qué y cómo  instalar, operar y mantener sistemas que permitan reducir la huella de carbono y construir resiliencia.
  2. Y segundo, otras tantas recomendaciones para minimizar la huella de carbono, es decir, la totalidad de gases de efecto invernadero emitidos por efecto directo o indirecto. En ese sentido, la figura del ingeniero hospitalario emerge de manera decisiva a la hora de decidir la localización, gestión de la energía en todas sus fases, la compra de equipamiento hospitalario eficiente desde el punto de vista energético, etc. 

 

El objetivo no es otro que lograr que el sector de la salud genere cero emisiones en 2050. Y es que sólo este sector de la salud genera el equivalente al 4,4% de las emisiones globales netas, o lo que es lo mismo: dos gigatoneladas de dióxido de carbono (CO2), lo que emiten a la atmósfera 514 centrales térmicas de carbón al año para generar electricidad. 

A modo de ejemplo, una de las medidas más habituales es la mejora de la instalación eléctrica y la iluminación, cambiando a luces LED.

 

 

 

 

Tendencias y buenas prácticas en salud

Dentro de la amalgama de soluciones para mejorar el impacto ambiental del sistema sanitario, encontramos:

  • Un mejor mantenimiento y la apuesta por la ingeniería hospitalaria para implementar los mejores sistemas sostenibles, adaptarse y cumplir con las normativas, etc. 
  • Empleo térmico de la biomasa como energía auxiliar para reducir emisiones contaminantes y los costes de calentar agua. 
  • Instalar paneles fotovoltaicos.
  • Reaprovechar el agua de diálisis y usar grifos temporizados o con sensores de movimiento.
  • Mejora de la gestión de residuos sanitarios y el reciclaje.
  • Optimizar el uso de gases anestésicos e inhaladores.
  • Digitalización y telemedicina.
  • Concienciar a la población con más iniciativas y campañas de comunicación.

 

 

 

 

¿Qué es un hospital verde? ¿Cómo funciona?

La citada organización Salud Sin Daño, para reducir la huella ambiental del sector, creó hace más de una década la Red Global de Hospitales Verdes y Saludables. En la actualidad, la gestión de los residuos y las compras sostenibles son los puntos en los que está más puesto el foco, así como la reducción del uso de sustancias contaminantes, como el cloro y el mercurio.

Estos hospitales verdes no tienen definición en sí. Son un concepto, una apuesta por establecimientos sanitarios que promueven la salud reduciendo continuamente su impacto ambiental y eliminando su contribución a la carga de morbilidad. Para darle un enfoque total, la ONG elaboró la denominada ‘Agenda Global para Hospitales Verdes y Saludables’, un documento que ofrece un marco integral a los hospitales para funcionar de una forma más sostenible y contribuyan a mejorar la salud ambiental pública. 

 

 

 

Economía circular, criterios ESG y buenas prácticas en sostenibilidad

Hay un concepto que todos tenemos claro: el sector sanitario necesita avanzar hacia una aplicación más generalizada de los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible), aprobados por la ONU en 2015.  

Si bien hay hospitales y centros sanitarios que ya han realizado grandes avances en la aplicación de los criterios ambientales, sociales y de buen gobierno, y de sostenibilidad hospitalaria, esta aplicación es muy desigual.

Se hace cada vez más necesario tomar medidas y acciones orientadas hacia una sanidad más sostenible. A repensar el modelo que funciona en la actualidad. Y es que uno de los principales problemas es que muchos hospitales, la mayoría, tienen infraestructuras demasiado antiguas y con una edad muy longeva desde el punto de vista energético.

Ya no vale con mantener viejas instalaciones eléctricas, equipamientos hospitalarios del siglo pasado, etc. Además de diseños innovadores, materiales renovables, eficiencia energética, la separación y traslado de los residuos, debemos apoyarnos en la tecnología y el equipamiento hospitalario más innovador para una gestión 100% sostenible del hospital. 

Al respecto, una de las medidas más habituales en los últimos tiempos, especialmente por el aumento de los costes constructivos y logísticos, es apostar por la economía circular en la gestión de los materiales que se utilizan en los hospitales.

 

 

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