Un corte de electricidad es un imprevisto que hay que evitar a toda costa en los hospitales. En estos entornos, y especialmente en áreas críticas como la Unidad de Cuidados Intensivos, el fallo del suministro eléctrico puede poner en riesgo la vida de los pacientes. Por ello, como expertos en seguridad eléctrica, en este artículos queremos abordar una serie de requisitos y recomendaciones para la gestión del sistema eléctrico en los hospitales.
Un corte de electricidad es un imprevisto que hay que evitar a toda costa en los hospitales. En estos entornos, y especialmente en áreas críticas como la Unidad de Cuidados Intensivos, el fallo del suministro eléctrico puede poner en riesgo la vida de los pacientes. También abordaremos la cuestión de la eficiencia energética hospitalaria, que ayuda a mejorar el rendimiento de los equipos médicos al tiempo que reduce el consumo y, por lo tanto, el impacto ambiental de los centros.
Uno de los aspectos fundamentales para el buen funcionamiento de cualquier tipo de instalación hospitalaria es la gestión del sistema eléctrico. Se trata de un aspecto que está muy regulado a nivel nacional e internacional, por lo que hay toda una serie de requisitos y normativas que los centros de salud y hospitalarios deben cumplir a fin de garantizar que el personal hospitalario pueda trabajar con todas las garantías y, al mismo tiempo, que los pacientes no corren ningún tipo de riesgo, especialmente en situaciones críticas o de emergencia.
Las instituciones del sector de la salud, como decíamos, deben cumplir una serie de requisitos que normalmente quedan detallados en un programa de seguridad y gestión del sistema eléctrico en los hospitales. Dicho programa, desarrollado por ingenieros y especialistas, abarca diferentes ámbitos de actuación:
- En primer lugar, es de vital importancia la realización de todo tipo de inspecciones para probar el correcto funcionamiento de los equipos médicos en los sistemas eléctricos. Una vez realizadas, conservar toda la documentación sobre las pruebas y sus resultados.
- La gestión de la seguridad eléctrica es un aspecto a valorar desde el momento de compra del equipo médico. En ese momento hay que estudiar todos los estándares y normativas en cuanto a compras pero también en relación a la seguridad. Asimismo, es importante conocer a los fabricantes y proveedores más reconocidos del mercado. En este sentido, las instituciones hospitalarias pueden contar con el apoyo de compañías como ETKHO, que ofrecemos asesoramiento y consultoría en la gestión eléctrica. Por otra parte, se recomienda probar todos los dispositivos nuevos antes de instalarlos en el y usarlos en el hospital.
- Formar a todo el equipo humano en materia de seguridad eléctrica tanto con indicaciones generales sobre los dispositivos eléctricos habituales como entrenamiento detallado para saber cómo usar de forma segura aquellos equipos que requieran un conocimiento concreto y más específicos. Es importante que esta formación se actualice de forma periódica para incorporar nuevas experiencias y conocimientos.
- Si se produce algún incidente, será necesario llevar a cabo toda una investigación para descubrir los causantes, detectar posibles peligros y buscar soluciones para que no vuelva a repetirse e incrementar la seguridad en el hospital. En este sentido, cuando se produce un fallo eléctrico, localizar dónde se ha producido en el menor tiempo posible es de gran relevancia. Para ello, existen los sistemas de alimentación IT, con capacidad para detectar de forma inmediata los fallos y facilitar, por ejemplo, que el sistema se mantenga en línea si estamos ante un incidente simple.
Recomendaciones en la gestión eléctrica en hospitales: medidas básicas
El principal objetivo de la gestión eléctrica en los hospitales es claro y evidente: reducir las consecuencias que puede provocar cualquier fallo en el suministro eléctrico y energético del hospital. Para ello, en ETKHO contamos con varias soluciones como, por ejemplo, los sistemas de alimentación ininterrumpida, pensados especialmente para las áreas más críticas y que, en caso de fallo del sistema de alimentación principal, entra en funcionamiento en menos de 0,5 segundos.
Un aspecto clave para escoger las mejores soluciones de ingeniería hospitalaria es contar con un equipo de asesores técnicos e ingenieros que analicen las diferentes tipologías de carga eléctrica disponibles en el hospital. Así, normalmente podemos encontrar dos tipos de carga:
- No esenciales: no necesitan ningún tipo de suministro adicional para funcionar.
- Esenciales: aquí encontramos las críticas, que necesitan conexión instantánea; las alimentadas por sistemas de alimentación ininterrumpida; las que incorporan baterías o las que no son críticas y, por lo tanto, no necesitan conectarse de forma inmediata.
Tan importante como conocer los tipos de cargas, también es que la distribución eléctrica se realice de forma regular por todo el edificio. Para ello, se diseña un plan de división de la corriente alterna en dos:
- Electricidad para los equipos o sistemas de equipamiento. Ofrece alimentación para toda la maquinaria del hospital que es vital para tratar a los pacientes como, por ejemplo, sistemas de control, sistema de ventilación, ascensores, alarmas, bombas de vacío, etc.
- Electricidad para sistemas de emergencia. Consiste en la creación de circuitos de seguridad gracias a los que, en cualquier situación crítica o de emergencia, el personal sanitario podrá atender sin dificultades la vida y salud de las personas ingresadas.
Otros elementos básicos para la seguridad en la gestión del sistema eléctrico de los hospitales son:
- Los elementos de transferencia: Los hospitales deben disponer de interruptores de transferencia eléctrica confiable. Es decir, todas las áreas o zonas de emergencias, por ejemplo, deberían contar con conmutadores individuales para cada equipo a fin de asegurar una transferencia eléctrica que permita al personal sanitario trabajar sin problemas. Por otra parte, para monitorizar la resistencia de aislamiento de los sistemas eléctricos IT existen los vigilantes de aislamiento.
- Cableado de seguridad: Imprescindibles en todas las instalaciones donde se lleve a cabo cualquier tipo de atención al paciente. En estos casos, los cables de seguridad deben ser independientes en cada equipo y conexión. Además, debe situarse en diferentes canales y permanecer aislados. Es decir, los cables que proporcionan energía eléctrica no deben permanecer en contacto entre sí. En este ámbito cabe destacar los paneles hospitalarios de tierras y tomas eléctricas, que ayudan a prevenir tensiones de contacto dentro del área médica críticas.
- Sistemas de emergencia: Es de vital importancia que los hospitales estén preparados para cualquier tipo de emergencia. Hay equipos y elementos de las instituciones hospitalarias que deben seguir en funcionamiento incluso ante casos de cortes de energía. En este sentido, es importante contar, por ejemplo, con señales de salida, energía para sistemas de alarma y alerta, energía para los bancos de sangre, iluminación para la ubicación de generadores, etc.
¿Cómo mejorar la eficiencia energética hospitalaria?
Hasta aquí, como expertos en asesoramiento para la seguridad eléctrica en hospitales, hemos hablado sobre los aspectos básicos para gestionar el sistema eléctrico en centros hospitalarios. Sin embargo, también queremos abordar la eficiencia energética.
Una correcta gestión eléctrica y energética en las instituciones de salud debe estar organizada, estructurada y contar con la implicación de todo el personal del centro. Solo así será posible lograr la eficiencia energética en relación al uso y consumo del suministro eléctrico. Se trata de realizar un uso responsable de la electricidad, reduciendo su consumo sin perder productividad y calidad desde un punto de vista operativo y de atención al paciente.
Entre las medidas que pueden ejecutar los centros médicos y hospitalarios para reducir su impacto medioambiental y mejorar su eficiencia energética, encontramos algunas medidas básicas:
- Controlar las condiciones térmicas naturales en el hospital.
- Revisar periódicamente las instalaciones eléctricas y los sistemas eléctricos así como realizar labores de mantenimiento.
- Usar luces de bajo consumo, especialmente recomendable usar LED.
- Activar la opción “ahorro de energía” en aquellos equipos médicos que dispongan de esta funcionalidad.
También hay otras medidas que requieren cierta inversión por parte de los hospitales:
- Disponer de ventanas y puertas con protección térmica.
- Aislamiento de las plantas de electricidad.
- Mantener limpias las tuberías encargadas del suministro eléctrico.
- Reducir el alumbrado e incorporar el uso de temporizadores eléctricos.
En algunos casos concretos es posible que sea necesario tomar medidas de seguridad que requieren una inversión mayor ya que implica llevar a cabo obras o reconstrucción de ciertos espacios:
- Aislar pisos, techos y paredes.
- Instalar redes de agua caliente para las zonas de duchas.
- Mejorar la calidad de la energía eléctrica.
- Apostar por la energía solar para la producción de energía.
En definitiva, la gestión del sistema eléctrico en los hospitales no es un asunto baladí. Requiere conocimiento, experiencia y contar con los mejores asesores y los mejores equipos y soluciones tecnológicas para garantizar el buen funcionamiento de la institución hospitalaria y la seguridad y los cuidados del paciente.