Condiciones climáticas extremas en un hospital: aspectos básicos y buenas prácticas

Aunque los hospitales son sitios seguros, también pueden verse afectados por el clima. En la mayor parte de las ocasiones, la principal consecuencia de condiciones climáticas extremas como un temporal de frío y nieve suele ser el incremento de pacientes, lo cual puede colapsar un centro hospitalario si no está preparado para ello.

Sin embargo, hay ciertas medidas básicas para ayudar a garantizar el funcionamiento de un hospital en momentos de condiciones climáticas extremas.

 

Si en todo el mundo despedimos 2020 con cierto alivio por darle la espalda al “año de la pandemia”, en España 2021 nos sorprendía con un temporal bautizado como Filomena y que ha pasado por medio país dejando nevadas históricas. A primera vista, mucho más frío y un manto blanco por las calles de muchas ciudades, especialmente en la capital, Madrid. Hoy queremos hablar sobre cómo prepararse para las condiciones climáticas extremas en un hospital.

En los primeros días del temporal, la gente salía a la calle para disfrutar de Filomena como nunca antes. Sin embargo, no es nieve todo lo que reluce porque en estas primeras semanas del año estamos viendo cómo los sanitarios se enfrentan a dos retos de peso: las consecuencias de la helada y, por supuesto, la tercera ola de contagios provocados por el COVID19. ¿Estaban preparados los hospitales para Filomena? 

 

Condiciones climáticas extremas en un hospital

 

Más visitas a los hospitales

Si bien es cierto que los centros de salud y hospitales están diseñados para hacer frente a cualquier tipo de evento adverso, no podemos decir lo mismo de la ciudadanía y las ciudades. La nieve y la helada histórica en el centro del país convierte en un peligro el hecho de transitar por la calle. De hecho, el Gobierno se está planteando catalogar la emergencia (concepto antes conocido como zona catastrófica) para Madrid y Castilla La Mancha, dos de las regiones más afectadas por la helada y el frío polar. 

Con este blanco telón de fondo, las visitas a urgencias se han incrementado notablemente, especialmente las relacionadas con caídas y resbalones que provocan roturas y contusiones. En Madrid, por ejemplo, en plena borrasca atendieron cerca de 1.200 urgencias traumatológicas en un solo día. 

El principal problema que causa este tipo de condiciones climáticas extremas en un hospital, no es solo el incremento de pacientes, también, por ejemplo, la dificultad para llegar a los hospitales, tanto por parte de personas que necesitan asistencia como por parte de los trabajadores. Sin ir más lejos, Filomena ha provocado que muchos sanitarios no puedan llegar a los hospitales y también dificultades para la distribución de medicamentos.

En definitiva, los hospitales están preparados para todo tipo de adversidades pero, con el cambio de estaciones, especialmente invierno y verano, es importante que puedan mantener su actividad a pleno rendimiento para hacer frente a condiciones climatológicas extremas que pueden ser temporales de frío u olas de calor extremo.

 

 

Uno de los principios más básicos en la gestión sanitaria y asistencial de un hospital es contar con la capacidad suficiente de alojamiento para todas las personas que lo requieran. Y este ha sido precisamente uno de los grandes problemas en 2020 relacionados con la pandemia. Los hospitales colapsaron porque no estaban preparados para atender y dar cama a tantas personas.    

Por otra parte, es importante que los hospitales dispongan de reservas de alimentos tanto para pacientes como para personal médico en caso de emergencia y deben contar con abastecimiento de artículos básicos para el tratamiento de las personas.

 

 

Condiciones climáticas extremas en hospitales

La mayor parte de las condiciones climáticas extremas en hospitales tienen realmente lugar en el exterior, es decir, afecta a los hospitales igual que a otros edificios o centros. Sin embargo, el hospital, por su función en la sociedad, tiene que garantizar su actividad las 24 horas del día los 365 días del año. 

Nevadas que dificultan el acceso a los hospitales, tormentas eléctricas que pueden provocar cortes o de luz, olas de calor extremo que requieren ventilación y aire acondicionado en habitaciones y zonas comunes de los hospitales… existen diversas condiciones climáticas, más o menos extremas, que pueden poner en apuros a los hospitales. Para evitarlo, es importante que estén preparados tanto desde un punto de vista técnico como humano.

 

Consejos y recomendaciones

Aunque cada fenómeno meteorológico tiene sus propias particularidades, existen una serie de recomendaciones básicas para afrontar las condiciones climáticas adversas en centros hospitalarios. Son las siguientes:

  1. Contar con un protocolo y medidas de organización y actuación para que el equipo humano sepa cómo actuar en cada situación. 
  2. Disponer de medios de señalización que alerten de posibles peligros. 
  3. Reducir los riesgos de traslado del personal y evitar su exposición a los factores ambientales. 
  4. Tener camas y capacidad suficiente para atender a más pacientes como consecuencia de las condiciones climatológicas extremas.
  5. Disponer de equipamiento básico para poder ofrecer alojamiento al personal médico en caso de que no puedan salir del hospital. Es decir, que haya habitaciones, camas, agua, comida… 
  6. En el caso concreto de tormentas eléctricas, es importante contar con un buen sistema de seguridad eléctrica hospitalaria para hacer frente a un posible corte de luz sin que repercute en la atención y tratamiento al paciente. 

 

Es importante contar con un buen sistema de seguridad eléctrica hospitalaria

 

Buenas prácticas para combatir condiciones climáticas extremas en hospitales

Una muy buena forma de aprender a combatir las condiciones climáticas extremas en hospitales es saber cómo se preparan y con qué estrategias, sistemas o dispositivos cuentan hospitales de otras partes del mundo.

 

Hospital Infantil de Philadelphia
Tiene un sistema de alerta para informar al personal sanitario sobre condiciones climáticas extremas. Se activa de forma automática cuando el sistema detecta alguna anormalidad en el rango climático. Este sistema de alerta también ofrece indicaciones sobre cómo llegar de forma seguro al centro hospitalario más cercano, qué hacer si hay que pasar la noche en el hospital, etc. También tiene 500 colchones inflables.
 

Universidad de Virginia
Cuentan con 150 salas de examen para facilitar el alojamiento temporal del personal médico cuando las condiciones climáticas que provoca el invierno en esta zona son extremas. Tiene colchones de aire y calefacción, entre otros elementos. 

 

 

Más eventos climáticos en el futuro

Una de las consecuencias directas del cambio climático son los eventos climáticos extremos (incendios forestales, olas de calor, inundaciones, tormentas…). En este contexto, se hace cada vez más necesario que los hospitales estén preparados para hacer frente a las consecuencias provocadas por condiciones climatológicas extremas.

Los sistemas de salud no pueden ser vulnerables a la variabilidad climática. Hay que crear entornos seguro y preparados para reducir estas vulnerabilidades porque su impacto repercute directamente en la atención al paciente.

Una herramienta que puede ayudar a los hospitales a combatir los fenómenos meteorológicos o extremos o todo tipo de desastres naturales puede ser la tecnología. En este sentido, cabe destacar el caso de la Organización Panamericana de la Salud, que ofrece asistencia técnica a países de El Caribe a fin de desarrollar un proyecto de hospitales inteligentes, a fin de mejorar la resiliencia de los centros sanitarios. 

 

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