Sistemas de alimentación IT
Los estándar internacionales y locales requieren sistemas de alimentación de tensión aislados para las áreas críticas hospitalarias.
Contamos con una amplia implantación en hospitales de toda España, y avanzamos con paso firme hacia la expansión internacional. Nuestros sistemas de seguridad eléctrica están presentes en centros sanitarios de referencia, garantizando la protección en entornos hospitalarios críticos.
Zona con presencia ETKHO
Detalle de proyectos ETKHO
Desarrollamos soluciones de infraestructura eléctrica
para áreas críticas de hospitales: quirófanos, UVI o UCI.
Los estándar internacionales y locales requieren sistemas de alimentación de tensión aislados para las áreas críticas hospitalarias.
El vigilante de aislamiento médico monitoriza de forma continua la resistencia de aislamiento de los sistemas médicos IT.
Las tomas y conectores de tierra son fundamentales en la creación de una conexión equipotencial a tierra, ayudando a evitar tensiones de contacto en áreas médicas críticas.
El mantenimiento eléctrico industrial comprende todas las acciones destinadas a garantizar el correcto funcionamiento, seguridad y eficiencia de los sistemas eléctricos dentro de un entorno productivo. Esto incluye desde el monitoreo constante de equipos y sistemas, hasta tareas preventivas, predictivas y correctivas.
Su propósito es evitar interrupciones no planificadas, fallos eléctricos, accidentes laborales y costosas reparaciones que pueden frenar la producción o poner en riesgo activos valiosos.
Además de ser una necesidad operativa, un plan de mantenimiento eléctrico bien estructurado se convierte en una herramienta de ahorro: empresas con políticas proactivas en este ámbito pueden reducir hasta un 40% de sus gastos operativos, gracias a la disminución de paradas no programadas y a la eficiencia energética mejorada.
En los entornos de atención médica, la fiabilidad energética no es opcional. Un solo segundo sin electricidad puede marcar la diferencia entre una operación exitosa y una tragedia evitable. Por ello, contar con un sistema UPS (Uninterruptible Power Supply) confiable es crucial para hospitales, clínicas, laboratorios y cualquier centro de salud moderno.
Un Sistema de Alimentación Ininterrumpida (UPS) es un dispositivo que proporciona energía de respaldo inmediata a equipos eléctricos ante una interrupción o fluctuación del suministro eléctrico. En el sector médico, el UPS actúa como un salvavidas tecnológico, protegiendo tanto los dispositivos como los datos críticos.
El UPS se activa en milisegundos tras detectar una pérdida de energía. Mientras los generadores de emergencia tardan entre 5 y 30 segundos en arrancar, el UPS garantiza energía continua durante ese periodo crítico, evitando apagones repentinos y posibles fallos catastróficos.
En la era de la automatización industrial, la comunicación entre máquinas, sensores, controladores y sistemas es tan crucial como la producción misma. Para que estos dispositivos funcionen de manera coordinada, precisa y eficiente, es necesario un lenguaje común. Es aquí donde entra en juego el protocolo Modbus, un sistema de comunicación que, a pesar de haber sido desarrollado en 1979, sigue siendo uno de los pilares fundamentales en la industria moderna.
Desde el control de motores en una línea de ensamblaje hasta la gestión energética de edificios inteligentes, Modbus ha demostrado ser fiable, flexible y sorprendentemente vigente. Gracias a su sencillez, adaptabilidad y coste reducido, Modbus sigue siendo uno de los protocolos más instalados en la automatización de fábricas, edificios industriales, residenciales y plantas energéticas.
En un hospital, son centros de alta complejidad donde confluyen tecnologías avanzadas, profesionales altamente cualificados y pacientes que requieren atención critica en todo momento. Para que todo este engranaje funcione correctamente, hay un elemento que resulta absolutamente esencial: la energía eléctrica. Desde los quirófanos hasta las salas de diagnóstico por imagen, pasando por las unidades de cuidados intensivos (UCI), las habitaciones de hospitalización y los sistemas informáticos, cada espacio depende de un suministro eléctrico continuo, seguro y de calidad.
A diferencia de otros edificios, un fallo eléctrico en un hospital puede tener consecuencias importantes. Un corte de luz, incluso de pocos segundos, puede dejar fuera de servicio equipos de soporte vital, interrumpir una cirugía en curso o causar la pérdida de información crítica del historial clínico de un paciente. Desde una unidad de cuidados intensivos hasta una sala de rayos X, la energía eléctrica es el pilar silencioso que mantiene todo en marcha.
Los sistemas eléctricos deben diseñarse considerando la naturaleza y uso de cada área. No es lo mismo una sala de espera que un quirófano. Las áreas críticas como quirófanos, UCI, laboratorios de análisis o salas de imagen médica deben estar conectadas a sistemas redundantes que aseguren su funcionamiento ininterrumpido. Además, es obligatorio cumplir con normas técnicas como la ITC-BT-38 o la UNE 20460-7-710, que regulan los requerimientos específicos para locales médicos en España.
El Gobierno de España ha aprobado la Estrategia Española de Salud Global 2025-2030 (EESG), una hoja de ruta que refuerza el compromiso internacional del país para mejorar la salud global desde un enfoque inclusivo, sostenible y basado en los derechos humanos.
La EESG nace en un contexto marcado por las lecciones aprendidas de la pandemia de COVID-19, la crisis climática, el aumento de las desigualdades y las amenazas a la gobernanza multilateral. Con ella, España se convierte en el quinto país de la Unión Europea en adoptar una estrategia específica en salud global, alineada con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y los principios de equidad, justicia social, sostenibilidad y cooperación internacional.
En el sector hospitalario, el compromiso con una arquitectura respetuosa del medio ambiente ha dejado de ser una opción para convertirse en una necesidad ineludible. Los conceptos de “sustentabilidad” y “sostenibilidad”, aunque derivan del mismo término en inglés —sustainable—, han sido adoptados de manera diversa según el país o la región.
Según algunos autores, «sustentable» hace referencia a algo que se mantiene por sus propios medios, mientras que “sostenible” implica el respaldo de factores externos para mantenerse. Pese a sus diferencias etimológicas, ambos términos apuntan hacia una planificación responsable, que contemple el presente sin hipotecar el porvenir.
En la construcción, especialmente el de edificaciones hospitalarias, se distingue por un consumo significativo de recursos naturales y energía. Las infraestructuras de salud, que operan sin interrupciones los 365 días del año, requieren un enfoque diferente, más ecológico y estratégico.