El síndrome de burnout médico es un asunto que ha ganado creciente atención en los últimos años debido al impacto negativo que tiene tanto en los médicos y el personal sanitario como en la calidad del cuidado de los pacientes.
La OMS lo reconoce como un fenómeno resultante del estrés crónico en el lugar de trabajo que no se ha manejado adecuadamente.
En el caso de los sanitarios, el burnout es particularmente preocupante porque afecta a quienes están en la primera línea de atención a la salud, lo que tiene implicaciones directas sobre la seguridad y la eficacia en el tratamiento de los pacientes.