Las claves del primer informe sobre el impacto social y medioambiental de la industria farmacéutica

Las compañías farmacéuticas innovadoras proporcionan a la sociedad uno de los bienes más preciados y que más contribuye al bienestar y la salud de la población: el medicamento. 

El principal objetivo de este sector es por tanto mejorar la vida de las personas a través de la innovación biofarmacéutica. 

Además, conscientes de que actualmente nos encontramos ante una salud sin fronteras, cada vez más interconectada con el cuidado del medio ambiente, la industria farmacéutica lleva desde hace tiempo integrando los principios de sostenibilidad en su labor diaria, con el fin de tener un impacto positivo en la salud y bienestar de las personas, pero también en el planeta. 

Para reflejar este compromiso y los retos que tiene por delante el sector en esta materia, Farmaindustria ha elaborado el informe Sostenibilidad en cifras: impacto social y medioambiental de la industria farmacéutica, el primero de sus características en España.

El documento recoge las acciones que están llevando a cabo las compañías farmacéuticas en España en tres grandes materias: medioambiente, impacto social y gobernanza, lo que se conoce como criterios ESG (Environmental, Social and Governance), por sus siglas en inglés.

 

Farmaindustria ha elaborado el informe Sostenibilidad en cifras: impacto social y medioambiental de la industria farmacéutica, el primero de sus características en España

 

 

A la cabeza en compromisos medioambientales 

En concreto, en materia medioambiental -según se refleja en el informe- las compañías farmacéuticas están liderando los objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. 

Así, actualmente el 80% de las grandes compañías farmacéuticas en todo el mundo han firmado compromisos de tener cero emisiones de gases de efecto invernadero antes de 2040, adelantándose a lo comprometido en los Acuerdos de París. En España, son muchas las grandes compañías que tienen objetivos de emisiones neutras o cero en los próximos años, algunas ya con metas fijadas para 2030.

La eficiencia energética de las plantas de producción ha sido también una prioridad del sector en los últimos años. Como resultado, dicha eficiencia ha ido aumentando año tras año y actualmente el 70% de la energía consumida en las plantas de producción de medicamentos en España tiene garantía de origen renovable. 

Este esfuerzo ha conseguido que la generación de residuos se haya reducido hasta un 15% en los últimos tres años y la ratio de consumo de energía por empleado se haya reducido más de un 8% en ese periodo.

Aparte de estos compromisos, la industria farmacéutica fue pionera en España al impulsar desde hace más de 20 años la iniciativa Sigre, un sistema de gestión por el que -gracias a la colaboración entre las compañías farmacéuticas, los distribuidores de medicamentos y las oficinas de farmacia- es posible cerrar el ciclo de vida de los medicamentos mediante el aprovechamiento de los residuos generados y la minimización de su impacto ambiental.

Desde entonces, la recogida de los residuos de medicamentos y sus envases se realiza a través de los llamados Puntos Sigre existentes en las farmacias, donde la población cuenta con un sistema accesible -ya hay cerca de 22.000 puntos en toda España- que contribuye de manera vita al adecuado tratamiento medioambiental de este tipo de residuos.

Desde su puesta en marcha en 2001, los ciudadanos que han depositado tanto los restos de medicamentos como las cajas vacías en los Puntos Sigre han conseguido, gracias a este gesto, evitar la tala de al menos 212.000 árboles (equivalente a 12 parques de El Retiro madrileño) y la emisión de 90.000 toneladas de CO2.

 

Las compañías farmacéuticas lideran los objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. 

 

Las compañías farmacéuticas lideran los objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero

 

 

Referencia en I+D y en igualdad de género

Además, la innovación biomédica que generan las compañías farmacéuticas produce una indudable contribución al desarrollo social. Así, como refleja el informe, la inversión en medicamentos innovadores ha demostrado ser el mayor responsable del aumento de la esperanza de vida del ser humano. 

Así, en los últimos 20 años se han producido grandes logros en la medicina que se han traducido en importantes incrementos de la esperanza media de vida. Sólo en la primera década de este siglo se ganaron 1,74 años de vida en los países desarrollados, de los que el 73% se puede atribuir directamente al efecto positivo de los nuevos medicamentos sobre la salud de la población.

De igual manera, el VIH, el asma, la hepatitis C, la esclerosis múltiple o las enfermedades raras destacan en los últimos años como receptoras de importantes beneficios en supervivencia y calidad de vida.

Por otro lado, la industria farmacéutica se ha posicionado como uno de los principales sectores generadores de valor añadido, empleo de calidad y competitividad de las economías desarrolladas. 

Es un sector líder en I+D, con más de 150.000 millones de euros de inversión anual en todo el mundo, una inversión que no ha dejado de crecer en los últimos 25 años. En España, el 19% de toda la inversión industrial en I+D procede la industria farmacéutica. Fruto de esa inversión es la posición de liderazgo alcanzada por España en la realización de ensayos clínicos con nuevos medicamentos. 

Actualmente unas 170.000 personas en nuestro país participan en alguno de estos ensayos, lo que supone una esperanza para muchos de ellos.

En el plano social, el sector farmaceútico es actualmente en nuestro país el que tiene una menor brecha salarial entre hombres y mujeres

 

Asimismo, es una fuente de empleo de calidad: indefinido, cualificado e igualitario. En nuestro país, la industria farmacéutica dio empleo directo a más de 56.000 personas en 2023, que sumados a indirectos e inducidos superan los 270.000 puestos de trabajo en toda España. Además, el 96,4% de los contratos son indefinidos –frente al 82,8% de la economía nacional— y casi el 70% son para titulados superiores, frente al 46,3% de la media nacional.

Y es un referente en igualdad en nuestro país, siendo actualmente el sector con menor brecha salarial entre hombres y mujeres. 

En la industria farmacéutica innovadora, las mujeres suponen ya el 56,1% de las plantillas, más del doble que la media de los sectores industriales; representan el 45,2% en los comités de dirección, y casi el 25% en las direcciones generales. En los puestos directivos, estas cifras superan en más del doble y el triple a las de las compañías que conforman el IBEX 35.

 

En el plano social, es actualmente el sector en nuestro país con una menor brecha salarial entre hombres y mujeres.

 

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