La ingeniería hospitalaria celebra otro éxito más en su camino hacia la máxima excelencia en el sistema sanitario. Durante tres días, el Palacio de Congresos FIBES II en Sevilla se transformó en el epicentro de la ingeniería hospitalaria nacional al albergar el 41º Seminario de Ingeniería Hospitalaria.
En esta ocasión, el evento congregó a más de 1,500 participantes, 120 empresas expositoras y contó con 13 mesas de debate, convirtiéndose en un punto de referencia para el sector sanitario.
Bajo la organización de la Asociación Española de Ingeniería Hospitalaria (AEIH), el seminario volvió a abordar temas clave relacionados con las infraestructuras y tecnologías hospitalarias, desde la ciberseguridad hasta el uso de energías renovables.
Ingeniería Hospitalaria: una profesión esencial y poco visible
El presidente de la AEIH, José Luis López González, subrayó el objetivo del evento: visibilizar una profesión que, aunque poco conocida para el público general, resulta fundamental para la sostenibilidad del sistema sanitario.
La ingeniería hospitalaria no solo mejora la eficiencia de las infraestructuras sanitarias, como es el caso de la infraestructura eléctrica, sino que también contribuye a reducir su impacto ambiental y a garantizar un entorno seguro para pacientes y profesionales.
En palabras de López González, “estos encuentros son cruciales para reflexionar y debatir sobre las soluciones que la ingeniería puede aportar al sector sanitario”.
Este año, Sevilla acogió a destacados expertos del ámbito, quienes analizaron cómo tecnologías emergentes como el hidrógeno verde y la energía solar están configurando el futuro de los hospitales.
Innovación, sostenibilidad y arquitectura en el centro del debate
Así, uno de los temas más destacados fue el debate sobre el uso del hidrógeno verde como una solución sostenible para los hospitales.
En una mesa moderada por Antonio Olivares Calvo, se exploraron las posibilidades de este recurso energético renovable, que no solo reduce las emisiones de carbono, sino que también incrementa la resiliencia energética de las infraestructuras hospitalarias.
Entre las aplicaciones discutidas, se incluyeron el uso de pilas de combustible para garantizar un suministro energético continuo y el empleo de hidrógeno renovable en flotas de vehículos hospitalarios. Además, se mencionó la posibilidad de integrar esta tecnología en equipos médicos portátiles, una solución prometedora para emergencias.
La arquitectura también fue un eje central de las discusiones. En dos bloques dedicados a la «arquitectura sanadora«, los expertos reflexionaron sobre cómo el diseño de hospitales y centros de salud puede influir positivamente en la recuperación de los pacientes.
Uno de los temas más destacados fue el debate sobre el uso del hidrógeno verde como una solución sostenible para los hospitales.
El papel del ingeniero interno residente
Otro tema clave fue la propuesta de incorporar la figura del Ingeniero Interno Residente en los hospitales del Sistema Nacional de Salud.
Este perfil profesional sería crucial para garantizar la eficiencia y sostenibilidad de las infraestructuras sanitarias, desde centros de atención primaria hasta grandes hospitales.
El debate sobre la atención primaria también ocupó un lugar destacado. En una mesa titulada “La reingeniería de procesos aplicada a la Atención Primaria: una perspectiva holística”, se analizaron los retos específicos de gestionar centros de salud en distintas comunidades autónomas.
Según Rafael Domínguez Ramírez, subdirector del Servicio Madrileño de Salud, los sistemas de climatización y otras tecnologías sencillas requieren un mantenimiento eficiente, dado el alto coste económico y social asociado a cualquier fallo.
Este perfil profesional sería crucial para garantizar la eficiencia y sostenibilidad de las infraestructuras sanitarias, desde centros de atención primaria hasta grandes hospitales.
Reconocimientos a la excelencia
La cena de gala que marcó el cierre del evento sirvió como escenario para premiar las mejores comunicaciones presentadas durante el seminario.
El primer premio fue otorgado a Imán Laga, del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, por su investigación sobre el uso de «gemelos digitales 3D» en planificación quirúrgica laparoscópica.
Otros galardonados incluyeron a Antonio Tomás Borja, por su proyecto sobre sostenibilidad en el Servicio Murciano de Salud, y a Laura Herrero Urigüen, quien destacó por su estudio sobre ingeniería de factor humano en la evaluación de tecnología sanitaria.
Balance positivo y mirada al futuro en Málaga
El acto de clausura estuvo presidido por figuras destacadas como Jesús Aguirre Muñóz, presidente del Parlamento Andaluz, y José Manuel Giraldo Estefani, presidente del seminario. Todos coincidieron en señalar el éxito del evento, que no solo cumplió con las expectativas, sino que dejó importantes lecciones para el futuro de la ingeniería hospitalaria.
Asimismo, se dio a conocer que Málaga será la sede de la próxima edición en 2025, un reto que asume José Antonio Ponce Ranea, subdirector de Infraestructuras y Mantenimiento del Hospital Regional Universitario de Málaga.
Una cita transformadora
Como viene siendo habitual, el 41º Seminario de Ingeniería Hospitalaria no solo fue un espacio para el intercambio de conocimientos, sino también un catalizador de cambio en un sector que enfrenta grandes desafíos.
Desde la necesidad de implementar nuevas fuentes de energía hasta la integración de perfiles profesionales específicos, el evento dejó claro que la ingeniería hospitalaria es un pilar esencial para un sistema sanitario sostenible y eficiente.